3 de agosto de 2011

Lo peor que le puede pasar a una película mala es que además sea pretenciosa


He comenzado a publicar críticas de cine en Film Affinity, una página de críticos aficionados. Ésta es la de American History X, la película que vi anoche.




La última película que me puso de mal humor fue La verdad de Soraya M. Con American History X he sentido una frustración similar. Sus fallos y su fracasada intención de denuncia son muy similares.

Manipuladora, blanda a pesar de su tema violento, engañosa, predecible, sin ápice de credibilidad y pretenciosa. Haciendo un esfuerzo podría salvar  parte de la fotografía en blanco y negro, pero para ver fotos me voy a una exposición. Por cierto, esos cambios del color al blanco y negro: ¿falta de confianza en la capacidad del espectador para entender la historia? ¿ intento de lucimiento o de progresía cinematográfica?



Pretenciosa porque intenta educar, trata de denunciar, se las da de sociológica... y no lo consigue. Un ejemplo: las palabras de Lincoln: ¿resumen de lo que nos ha querido decir por si no quedaba todo claro? ¿otro intento de lucimiento, de desconfianza a nuestro intelecto? Y para colmo la voz va acompañada por la más que vista fotografía colorista y poética.



Manipuladora. No permite que el  espectador se pregunte, piense, ni siquiera que busque respuestas a las que supuestamente podría hacer (que no hace) la película. Todo lo da hecho, el espectador es para el director un ente pasivo. La música ni acompaña ni aporta, avisa cuándo se debe sentir tristeza, temor, melancolía, forma parte de la manipulación.

 

Patética en su blandura: la madre enferma, la hermanita pequeña, el gordo descerebrado, la novia tan descerebrada como su compañero e histérica perdida, el buensimpáticogracioso negrito y el cínicoinfantil jefe de la banda serían quizá soportables mientras nos comemos unas palomitas si AHX se limitara a ser sólo una mala película.



Engañosa. Qué nos quiere decir, ¿que todos somos malos? ¿que todos somos buenos? ¿que todos los problemas proceden de unas advertencias paternas? Sea lo que sea no lo desarrolla, no busca seriamente posibles causas, conflictos personales; tampoco posibilita que haya una reflexión por parte del espectador fuera de lo ya sabido y repetido acerca del nazismo, racismo, etc., ni que éste se sienta cuestionado por algún detalle aplicable a problemáticas más personales.



Predecible. Imposible no serlo con esos personajes manidos y con ese guión. Intenta despistar al final con la llegada del policía y el “maravilloso” profesor (negro, no faltaba más) buscando a Derek, pero, además de que la intervención es absurda, llega tarde, es un postizo.



Sin credibilidad. Derek pasa sin saber cómo de ser un joven sin opinión a ser un violento, y de su extrema violencia a la transformación -se supone que por su experiencia “única” en la cárcel y su encuentro con el negrito gracioso- en un ángel, sin preguntas, sin reflexión, sin altibajos. Su hermano va más de prisa aún, cambia en una noche mientras se fuma un cigarro. No hay matices ni en los personajes ni en el guión ni en la música; una planicie pampeana …



Los actores no pueden con sus papeles porque también son predecibles, engañosos, patéticos y sin credibilidad, excepto Fairuza Balk, malísima en el papel de novia del protagonista, que ni siquiera tiene esa disculpa.


Hasta aquí la crítica. Van unas cuantas fotos, lo más pasable que tiene la película, el director se encargó también de la dirección de fotografía, trabaja en publicidad.









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