18 de septiembre, Junto al río Moraca
Entramos en Montenegro, ha sido una preciosa sorpresa desde el principio, no esperábamos un paisaje tan bello. Por la noche llueve a mares, vemos Corazones rebeldes, un documental sobre un coro formado por personas entre los setenta y los noventa y tantos años, una película conmovedora que nos acerca a la posibilidad de una vejez rica, viva e interesante y a una conciliación con la muerte como un hecho ligado llanamente a la vida.
El amanecer es espléndido.
Hoy, el cañón del Tara, profundo profundo, hermosísimo, en el Parque Nacional Durmitor; ya en la zona del lago Negro, caminos señalizados, bien conservado y protegido pero sin ningún problema burocrático para pasear por él … una experiencia fantástica e inesperada. Dormiremos cerca del espectacular cañón de Moraca. ¡Qué país este, no tiene un centímetro que no sea hermoso!
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