Palermo, 6 de octubre
La lluvia inunda la carretera, dormimos en el aparcamiento de una estación de tren cercana a Messina. La autopista a Taormina está cerrada, hay que ir en dirección hacia Palermo y después atravesar la isla por el centro dando un buen rodeo para entrar por el sur de la ciudad, y eso hacemos.
Después de Taormina, nos detenemos en Siracusa y Agrigento, es decir, arqueología a tope, pero también gente, playas, atardeceres, pueblos.
Y finalmente Palermo.
Se frustró el viaje a Cerdeña por no coincidir ni en Trapani ni en Palermo con la salida de los barcos; no importa, lo que más me gusta de este viaje es la vida cotidiana, las mañanas tranquilas mientras nos preparamos para el día y las tardes de lectura, música, el rato de ver las fotos, alguna película.
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