6 de mayo de 2016

Un hotel caótico en la multicultural George Town

George Town, Penang, Malasia, 6 de mayo de 2016


Pues sí, yo también estuve en Melaka en unos días en que era incapaz de escribir una sola línea ni hacer siquiera una foto mientras mi chico se llevaba en su cámara los rostros de una buena parte de la multitud que se apiñaba en el barrio chino de Melaka y sus alrededores. ¿Por qué? Tengo tendencia a buscar explicación racional para todo, un hábito que debería desechar porque la mayor parte de las veces nuestras reacciones anímicas no tienen una causa clara, suelen estar teñidas por los sentimientos o sensaciones del momento, por nuestro deseo de justificación o incluso de culpabilizar a otros de lo que nos desagrada en esas ocasiones de nosotros mismos. Esperé, un par de días después hice un pequeño esfuerzo por ver qué había de interesante en George Town y punto final. Escribo ahora porque me lo he propuesto, no quiero perder más recuerdos de este año de viajera y porque ayer disfruté en el Penang Museum, hice fotos y recopilé información sobre la historia y los grupos étnicos que pueblan esta ciudad, este país tan multicultural. Ahora tengo que dar salida a algunas de esas imágenes y a las de hoy en el Penang National Park.

Ya, me digo, ya sé que hay que hacer la declaración de la renta, que tengo sin terminar de pasar al teléfono los libros que llevamos en el ordenador, que sería muy agradable ver una película o que puedo navegar por la prensa para enterarme de cómo va el mundo, todo ello pura excusa para no ponerme las pilas y retomar mi blog. Un blog, por otro lado que a veces pienso en abandonar, posiblemente por las mismas razones ocultas que me llevaron en Melaka a dejar una hoja totalmente en blanco en el cuaderno de viaje.

Allá por el siglo XVIII lo que ahora es la isla donde se encuentra la ciudad de George Town pertenecía a un territorio gobernado por un sultán que tenía problemas con el país vecino, Siam, más o menos la actual Tailandia; un inglés de la Compañía Británica de las Indias Orientales vio que la isla venía de perlas a la Compañía para controlar el comercio de la zona, así que hizo un trato con el sultán, los ingleses le ayudarían en sus problemas con Siam y el sultán les daría a cambio la isla. Según la leyenda, el comerciante inglés, que se llamaba Francis Light, llenó de monedas los cañones del fuerte que había construido y mandó disparar hacia la selva con lo que consiguió trabajadores en cantidad para poner en funcionamiento la colonia que empezó a prosperar y a prosperar de manera que comerciantes u obreros de otras zonas más o menos cercanas de Asia , acudieron al olor del dinero. Así que cuando paseas por George Town puedes ver chinos, indios, malayos, indonesios, occidentales más las mezclas de unos y otros. Recuerdo que escribí algún post en relación a la multiculturalidad respetuosa y tolerante que veíamos en Indonesia, pues aquí pasa lo mismo y quizá aumentado, razas, lenguas, religiones y... comidas. Entras en un restaurante y puedes elegir entre un plato chino, indio, tailandés, malayo, árabe, europeo sea cual sea el origen étnico del cocinero.
Nuestro hotel también es una comunidad multicultural, pero no tan bien constituida como la de la ciudad, el caos y la vagancia compartida son sus señas de identidad. Una rubia y un rubio occidentales, varios chinos y varios malayos (no sé cuántos porque confundo tanto a unos como a otros) más tres repelentes adolescentes que me recordaron a las gemelas de la película El resplandor constituyen la recepción del hotel. Llegamos por la tarde y la habitación estaba sin limpiar ni recoger sabe Dios desde cuando. La rubia se llevó las sábanas y nos dejó el kit de las camas encima de éstas, primera vez en mi vida de viajera utilizando hoteles baratos en que nos tenemos que hacer la cama, aunque algún sitio hubo hace años en que tuvimos que dormir vestidos porque las sábanas echaban para atrás. Habíamos reservado una habitación con balcón pero... su puerta tenía el manubrio roto y no se podía abrir. Sorry, sorry decía la rubia, una rebaja en el precio y quizá un arreglo de la puerta. No hay agua en los lavabos le dijimos a un chino al día siguiente; don't worry, don't worry, por la tarde nos comunica que está arreglado. Y aquí estamos, sin balcón y sin agua en los lavabos. El caos llega a tal extremo que la malaya de esta tarde nos dice que nuestro check out era hoy cuando aún tenemos dos días más, de nuevo sorry, sorry, es una comunidad caótica, vaga, pero como se ve muy educada.

Nuestra estancia en Malasia vive sus últimos días. Pasado mañana cogeremos un ferry a Langkawi y de allí otro a Satun en Tailandia.




























3 comentarios:

Cesca donald dijo...

Hallo Victoria... How are you?? Such a amazing picture.

Sisca - little india - indonesia

Noches de luna dijo...

Hello Sisca.How are you? I'm fine. We are now in Thailand. Regard

Cesca donald dijo...

I'm fine, thank you.
On krabi are you? There is beautiful beach. Have a nice day both of you. Enjoy..