Segundo día en el Parque Nacional Bako

Parque Nacional Bako, isla de Borneo, Malasia, 15 de abril de 2016

Sólo unas líneas para acompañar las fotos.

Llegamos cansados después de cinco o seis horas de hacer un recorrido que no podía ser más completo, selva, bosques, zonas de caminos blancos, arenosos con una vegetación más abierta y suave y, para más placer, playa; una playa de arena tostada, pequeña, frente a un mar calmo y cálido; un placer al que siguió otro, el de un par de cervezas frías en la terraza del restaurante del Parque viendo atardecer. Día precioso y completo. Ahora, después de un café en el porche, al lado de las habitaciones que compartimos con otros visitantes, esperamos plácidamente la hora del sueño.

Es éste un parque pequeño, en el que no hay muchos caminos, así que mañana, dado que tendríamos que repetir buena parte de lo que hemos hecho hoy para ir a una cascada, nos lo vamos a  tomar de descanso.

Da gusto volver a los tiempos del viaje mochilero, tranquilo, variado después de los dos meses y pico de coche por Nueva Zelanda y Australia, sobre todo por este último país en el que tuvimos que hacer kilómetros y kilómetros de carretera. Vuelvo a mis clases de inglés, a mis lecturas, lo próximo Lord Jim, de Conrad, retomar a Montaigne, a mi música y a mi cine.

Hoy las fotos van revueltas, el Parque, bichitos, Kuching y mi compañero de viaje por el mundo y por la vida.